Iba camino del concierto que dieron Celtas Cortos en Jadraque el 5 de agosto de este año 2022 cuando detuve el coche y tomé la fotografía que encabeza este artículo. No lo pude evitar: uno se siente fotógrafo profesional hasta cuando no está trabajando. Más, cuando lo que ves te recuerda el título de una película.
A los más jóvenes, el nombre del grupo (Celtas Cortos) les debe de resultar indiferente; quizá una broma sin más. Sí, en el fondo el origen fue una broma de los vallisoletanos; una broma que hoy, desaparecida aquella marca, quizá no se entienda del todo.
Origen del nombre de la banda
En los años ochenta del siglo pasado se fumaba en los bares, en los conciertos… hasta en los hospitales. Había innumerables marcas españolas de tabaco, tanto rubio como negro. Los sabores de algunos de aquellos cigarrillos eran peculiares. El tabaco canario, por ejemplo, era negro y dulzón. También había una marca de tabaco rubio española, llamada Bisonte, con un sabor especial que te raspaba ligeramente la garganta cuando te tragabas el humo pero que su relación calidad-precio hacía que mereciera la pena que lo fumara un estudiante (era mi caso; y lo siguió siendo cuando empecé a trabajar de fotógrafo profesional).
Otra peculiaridad de la marca Bisonte era que sus cigarrillos no llevaban filtro. Eran puro tabaco. No eran los únicos; también estaban los Celtas, denominados Largos cuando tenían filtro y Celtas Cortos cuando carecían de él. Por lo que éste resultaba un nombre perfecto para una banda cuya música mezclaba la música celta con el rock, el reagge… y que empezaba a foguearse en 1984 en garitos de Valladolid en los que el humo de tabaco inundaba el aire que propagaba sus canciones y sus mensajes.
Porque las letras críticas y comprometidas siempre han sido parte esencial de sus canciones. Sus análisis certeros de la actualidad y de la sociedad conectan rápidamente con el sentir de una gran mayoría social. Y calan. Tanto, que ayudaron a que se fuera perdiendo el nombre despectivo con el que se conocía por aquel entonces a su ciudad en el resto del Estado. Aunque no sin coste personal, pues Jesús Cifuentes, cantante de Celtas Cortos, ha declarado que le han llegado a amenazar por el contenido de las letras de Celtas cortos y por su menera de pensar y entender la vida.
El concierto de Celtas Cortos
La canción clásica más antigua de Celtas Cortos que sonaría esa noche sería “La senda del tiempo”, ese melancólico canto al paso del tiempo, al amor y a lo doloroso que a veces resulta seguir viviendo. (Continuará)
